Cuando el gran general Anibal Barca, salio desde Cartagena hacia el año 218 antes de cristo, partio con mas de 100.000 hombres a la conquista de Roma. De esos 100.000 hombres muy pocos eran cartagineses. La gran mayoría eran mercenarios íberos. Estos se enrolaban en las filas de Anibal, por varios motivos. Uno era que Anibal había tomado como rehenes a sus princesas e hijos de sus reyes o dirigentes, otra razón era que preferian ser amigos de Cartago en vez de enemigos de Anibal. Y quizá la razón mas poderosa, es que Anibal les prometía triunfos, dinero y gloria para llenar sus tranquilas vidas.
De esos 100.000 que partieron de Cartagena, unos 30.000 no cruzaron los pirineos. Eran mercenarios de dudoso valor, y no querían ir a la guerra contra Roma. Anibal, como gran estratega, pensó que lo mejor no era ajusticiarlos, pues eso suponía soliviantar Hispania y convertir aliados en enemigos. Por eso les encomendó proteger la línea de suministros y los fue dejando a lo largo del camino con la misión de proteger esa importante línea y retaguardia. El fue solo a Roma con los valientes. Los cobardes se quedaron atrás. Al menos los cobardes cumplieron la misión que les encomendó Anibal, y protegieron su línea de suministros. Pero hubieron unos 70.000 que si cruzaron. Eran mercenarios como los otros, pero eran leales a su palabra y a quien les pagaba.
En el Cartagena, los cobardes huyeron hace tiempo, y las lineas de suministro hace ya unas cuantas jornadas que no están. Ayer se consumó casi definitivamente el descenso. Lo peor no es el descenso en si mismo, eso es algo ya asumido aunque últimamente tapado por la euforia de los últimos resultados, lo peor es la imagen de este equipo de mercenarios.
Cuando empezó la liga, todos sabíamos que teniamos como Anibal, un ejercito de mercenarios. Pensábamos (ingenuamente) que pese a ser mercenarios, iban a luchar por la paga y por quien les pagaba. Al terminar la primera vuelta (pirineos), vimos claramente que los mercenarios no nos iban a acompañar hasta el final de liga (Roma), tenían miedo y no querían jugarse el tipo luchando en una guerra que no es suya. Ellos prefieren salir de fiesta en territorio enemigo, vestir bien y comer o beber mejor. Como los que desertaron, los Cleber, Bolado, Goiría y demás mercenarios.
En el año 218 antes de cristo, había un general que pasó a la historia como uno de los mas grandes comandantes y estrategas que nunca hubo. Nosotros aqui tenemos a un tal Paco Gómez, que no le llega a Anibal ni a los tobillos. Ha pagado un equipo de mercenarios que ni siquiera ha llegado a los pirineos, se quedaron en el puerto de la cadena.
Ayer la imagen del equipo era deplorable. Los Juanma, Josemi, Collantes, Alvaro Anton (que falló un penalti decisivo), Hector Font (expulsado a los 4 minutos), Marc Fernández y demás jugadores son la antitesis de los mercenarios que si acompañaron a Anibal a su conquista de Roma.
Solo espero que aprendamos de la experiencia. Aunque Paco Gómez hace tiempo que ya solo piensa en B, me refiero a segunda B. El equipo le sale mas barato en esa división y además el ya ha conseguido lo que quería, la recalificación de los terrenos de Peñarroya. Ahora el fútbol es secundario. Se está mucho mas comodo en China con los agradaores, que en el Cartagonova viendo y sufriendo por un trabajo mal hecho.
El único patrimonio que tiene el club es la afición, la mejor de segunda división. Espero que esa afición no abandone y el año que viene acompañe al equipo en el duro camino que le espera.
Nos vemos en segunda B