Imaginemos por un momento que somos Paco. Paco en su día se encaprichó de una casa. No buscaba una casa cualquiera, buscaba una casa buena, bonita y barata. Con buena orientación, materiales nobles, etc.
Cuando parece que encontró la que le gustaba, y estaba a punto de comprarla, se dio cuenta de que la vivienda tenia deudas. Debía muchas cosas, a la comunidad, la luz, el agua… e intento echarse atrás. Pero había firmado un contrato de compraventa, y no tenía mas remedio que comprarla.
Así fue como Paco entro a vivir en la vivienda, evidentemente no de buena gana. Pero al fin y al cabo, era una nueva casa, de segunda mano, pero también se puede vivir en una casa de segunda mano, además de que si no nos gusta la decoración que tiene, se llama a una empresa de reformas y se redecora la todo.
En estas estábamos, hasta que un buen día, la casa que era una casa barata y con pocos extras, en un barrio de lo mas humilde, con vecinos algunos de los cuales no son precisamente muy recomendables, resulta que le plantan un Corte Ingles enfrente, y aun que no es un Corte Inglés de los grandes, sigue siendo un Corte Inglés.
Esa casa, barata y en un mal barrio, se transforma en una casa buena en un barrio mejor que el que tenía. Paco se le sube el éxito a la cabeza, y empieza a gastarse mas dinero del que debe, en la casa, en los accesorios de la casa y en juergas con los amigotes en la casa, que además le mal aconsejan a la hora de gastarse el dinero. Al final Paco empieza a endeudarse, y avala esta casa con otras propiedades suyas, confiado de que a las malas, puede vender la casa y saldar las deudas,
En esa estaba, hasta que un buen día le quitan el Corte Ingles de enfrente. Entonces Paco empieza a darse cuenta de que la casa, y sobre todo la hipoteca que pesa sobre ella, se lo puede llevar «palante». Decide alquilar la vivienda, con derecho a compra. Como la hipoteca es de 4 millones de euros, y la casa está en un mal barrio, y sobre todo y mas importante, tiene malas calidades, le resulta dificil colocarla. Al final encuentra a un inquilino, que el alquila la casa, con derecho a compra, por el precio de que el inquilino, se haga cargo de pagar la luz, el agua, la comunidad y la contribución, además de los gastos normales que el inquilino trae consigo, como es la comida de la mujer, los chiquillos que tiene, etc. El inquilino que no es tonto, sabe que si no vuelven a poner el Corte Ingles en frente, nunca podrá quedarse con la casa, pero como es muy listo y sabe mucho de números, piensa que podrá conseguirlo.
Pasado un año, la situación es:
– El inquilino no ha pagado ni la luz, ni la contribución, ni la comida del supermercado, ni nada de nada.
– El banco apremia a Paco, porque la hipoteca llega todos los meses y no se paga.
– Paco se encuentra que la casa está embargada por todas las deudas que tiene, con serio peligro de perder la casa (que visto el valor que tiene le da igual), y sobre todo, de que ejecuten los avales y vayan a por sus otras propiedades.
¿A alguien le suena la historia?. ¿Que opciones tiene Paco?. ¿Podrá «colocar» la casa a alguien, para evitar perder sus otras propiedades?. ¿Volverá el otra vez a coger el control de la situación, irse a vivir o por lo menos administrar esa casa de sus desvelo, para evitar que le quiten la otra?.