El esperpento mostrado hoy por el @FCCartagena_efs en el Cartagonova, debe ser una antes y un después en esta liga. Esta semana Florentino Manzano ha salido a la palestra, respondiendo a todas las cuestiones planteadas sobre su figura en esta nueva etapa del equipo que fundó. A tenor de lo que dijo una cosa está clara, esta plantilla la confeccionó el, y yo creo que la plantilla no está mal para lo que ha costado, pero también fue el el que trajo a Sporto Gol Man, y sobre todo, el que trajo a Julio Ribas al Cartagena. En la rueda de prensa afirmó, y no le dió verguenza al decirlo, «Es el técnico con mejor currículum de la historia del fútbol en Cartagena. No tengo la menor duda de que si él hubiese podido ser el entrenador el equipo estaría en puestos de play off».
Pues señor Manzano, ahora podemos decirlo sin duda, su técnico no tiene ni pajolera idea de fútbol, por lo menos en segunda B, que es en lo único que ha entrenado en España. Y digo entrenado porque él es el entrenador del FC Cartagena, aunque en el banquillo haya 2 títeres, que maneje a su antojo.
Pero vayanmos por partes. el Efesé ha realizado una muy buena primera mitad, sobre todo hasta el primer gol cadista, en la única aproximación de los gaditanos en el primer tiempo. Controlaba el partido y creaba peligro en la meta visitante, pero como casi siempre, no marcaba. En un contragolpe bien ejecutado, dejaba en evidencia a una defensa mediocre, donde hoy Nacho Neira ni siquiera ha llegado, al bajo nivel que tiene el sancionado Robusté. Con el gol, se deshizo todo el buen trabajo de esos primeros 30 minutos. Con jugadores apáticos, como Prosi, demasiados individualistas como Chus Hevia, el ataque solo contaba con un Gato muy incisivo y rápido por banda derecha, pero que no lograba deshacerse de su par. Sebas Rivas en su línea, eficaz en el pase atrás, pero ineficaz de cara a puerta.
Y eso fue todo en la primera parte y en el partido por parte del FC Cartagena.
En el segundo tiempo vino el desastre. Otra jugada desafortunada de la defensa del Efesé propició un claro penalti de Germán a la que además sumó su expulsión por roja directa. Segundo gol del Cádiz y se acabó lo que se daba. Empezaba el espectáculo desde el vomitorio de la tribuna presidencial. El inclito mánager general Julio Rivas, da instrucciones y sorprende a todos, quitando a Gato, el mejor jugadore del Efesé para sacar a Pallarés que estaba siendo demandado desde el fondo sur. Pero no solo eso, además retrasa a Prosi, un mediocentro lento y apático, para ponerlo de lateral izquierdo. Las consecuencias no se les escapaban a nadie, incluyendo al rival, que con astucia basculo su juego a la banda derecha, dejando en evidencia el planteamiento del manáger, metiendo el tercer gol por esa banda. Y no vinieron mas porque el Cádiz es un equipo de mitad de la tabla, siendo optimista.
Al final el gol de su hijo de falta directa, maquilló un desastre de planificación, y sobre todo, un desastre de un equipo técnico, que no debe continuar ni un minuto mas al frente de este equipo. El delegado-pone-carnet, Simón Ruiz, por muy empleado del club que sea, debe apartarse de algo de lo que no es responsable. Y el duo uruguayo, debe tener la inteligencia mínima para darse cuenta de que no entienden de fútbol español, por lo menos en la categoría de bronce. Es necesaria la contratación de un entrenador de prestigio para la categoría, de los que hay mil en el paro, que pueda actuar con independencia, y el clan uruguayo, esperar a la próxima temporada para poder coger el mando oficial en el campo, eso si consiguen sacarse la titulación mínima para ejercer.
Es cierto que Florentino Manzano no es el culpable de la situación actual, es cierto que quiere al club que fundó, es cierto que aparentemente lo hace todo de forma desinteresada, pero también es cierto que se ha equivocado en los términos en los que se ha traído a los técnicos que dirigen esta plantilla. Ha sido todo una chapuza, se han cometido errores, pero los errores se subsanan, y Florentino, los dos Javieres, y los Ribas, deben sentarse y arreglar una situación que puede arreglarse, pero solo si se da un paso a tras, en todos los niveles.