Bonito partido el vivido en el Cartagonova el pasado domingo. Pese al resultado sin goles, el partido fue entretenido, con 5 ocasiones claras de gol para ambos equipos.
Ambientazo en la ciudad por el desplazamiento de miles de aficionados granadinos que dieron colorido a las calles y al estadio (casi lleno), pero que quedaron empañados por los de siempre, los ultras del fútbol. Y digo ultras porque esa gentuza no es aficionada a nada mas que el jaleo. Bajando el puente hacia el Cartagonova vi como unos borrachos casi son atropellados por un mercedes negro, al que se empeñaron en torear con una bandera granadina, y a punto estuvo de costar un disgusto y solo la suerte ayudo al imprudente muchacho de no terminar atropellado o en el suelo con un buen golpe. Unos minutos mas tarde, muchos de esos aficionados que se colocaron en el fondo norte bajo, la liaron en la entrada con otros aficionados, esta vez cartageneristas, y tuvo que intervenir la policia, con la consiguiente prohibicion de entrada a unos y otros, y los correspondientes expedientes para que no vuelvan a pisar un estadio, al menos los proximos años.
Pero volviendo al partido, juego de equipos que aunque el Granada supera en 4 veces el presupuesto del Efesé, no se vio gran diferencia entre un equipo y el otro. Si acaso en la delantera, porque no hay comparación posible, al menos en teoría, entre Callejon-Jorge Molina y Savicu-Ortuño. La dupla granadina, en el papel, es muy superior a la blanquinegra, aunque en el partido ninguno de esos 4 jugadores consiguió perforar la portería visitante.
El Cartagena tuvo unos primeros 20 minutos espectaculares en lso que pudo adelantarse en el marcador en al menos 2 ocasiones, pero transcurridos esos 20 minutos fue diluyendose y cambiando las tornas a favor del Granada qeu gozo de oportunidades clarisimas para ponerse por delante. Pero no era el día de los delanteros, y se llegó al final del primer tiempo sin goles.
En la reanudación mas de los mismo, ocasiones de ambos equipos, fallos clamorosos de sus delanteros, y balón al palo de Ortuño en el último minuto de partido al saque de un corner.
Mención a parte tiene el famoso VAR. Una de cal y otra de arena. El arbitro pitó un penalti en contra del Cartagena que solo vio él, al comienzo de la segunda parte, que luego el VAR se encargó de anular, pero no pitó un agarron descarado mas tarde a un delantero del Efesé.