Llevo varias semanas sin escribir sobre el #efese. Las mismas semanas que llevo sin ir al estadio. ¿Las causas del abandono al equipo?. Pues todas debidamente justificadas. Enfermedad, bautizo y comunión, por ese orden.
Durante la comunión de ayer, pude seguir por radio y twitter el devenir del equipo departamental. Algunos se sorprendían del resultado. No se creían lo que estaba pasando. Suena ventajista decir ahora, a toro pasado, que yo veía venir que nos apeaban del playoff mas pronto que tarde. Todos nos agarramos a un clavo ardiendo, y recordábamos al Jaen del año pasado, que sin ganar ningún partido, subió a segunda. Todos, yo incluido, nos agarramos a eso. A que el playoff es una lotería que a veces toca. Por lo menos a veces les toca a otros, porque a mi Efesé nunca le toca. Este equipo solo con trabajo puede aspirar a que le toque algo. La diosa fortuna no le gustan las playas de La Manga, pasear por la calle Mayor o el puerto, ni bañarse en la Cortina.
Vaya por delante que la eliminatoria con el Avilés no esta aun finiquitada, pero si podemos afirmar sin equivocarnos, de que el último proyecto de Paco Gómez, se quedó cojo o incompleto, y solo gracias al empuje de gente como Fran de Paula, se ha podido llegar con vida al final.
La plantilla es muy corta y con carencias en todas las líneas. Y con estos mimbres, no se puede esperar otra cosa, que lo que hay.
De todas formas yo confío en el proyecto. Pese a las golferías de última hora, sobre sociedades que valen menos de lo que valían, estaban a nombre de testaferros, o engaños al CSD y demás, los nuevos propietarios vienen con un proyecto de largo plazo. El 2020 como fecha límite me inspira a priori, confianza.
El año que viene, si las cosas se hacen con coherencia y sobre todo, se deja trabajar a los profesionales, podemos conseguir el tan ansiado ascenso. Este año solo nos queda quemar el cartucho de Avilés, y terminar con la mayor dignidad posible esta convulsa temporada, en la que el pistolero al norte del segura, ha pasado a mejor vida, y por mejor vida se entiende que ha dejado Cartagena y se ha centrado en sus negocios.