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Belmonte y el cheque en blanco

@belmonte17 ha partido en 2 el mundo futbolístico en Cartagena. Los hay defensores a ultranza de la labor del murciano, y los hay que solo ven la paja ajena en el ojo y no la viga en el propio.
Da la sensación de que hay un grupo de gente, interesada en desalojar a Paco Belmonte antes incluso, de que haya aterrizado. Todos sabemos que además del grupo de Belmonte, hay otro grupo interesado en hacerse con el control de la entidad, y es el grupo que encabezan los hermanos Cordero.

Paco Belmonte ha tenido muchos aciertos, el mayor ha sido el mantener al equipo en 2ªB. Esto no lo discute nadie, ni los que ahora solo le ven defectos. Pero cometió un error importante, y fue el subestimar a la afición cartagenera. Belmonte pensó que la permanencia del FCC le proporcionó un cheque en blanco, para poder hacer y deshacer en la trimilenaria a su conveniencia. A su grupo le convenía, licitamente por supuesto, empezar sin deudas en la ciudad, y eso solo se conseguía empezando con un nuevo club. La opción que se barajó fue la de comprar la plaza de La Hoya, previo referendum interruptus, pero la cosa salió rana, fundamentalmente porque hay parte de la afición, que ha luchado mucho por este club, y no está dispuesta a matarlo a las primeras de cambio.

Una vez asumió que no podía matar al FCC, ha intentado buscar soluciones para mantenerlo con vida. La deuda que el club tiene, es asumible, dentro de lo que hoy es el mundillo futbolístico, pero lógicamente hace falta dinero, y como el no lo tiene, porque recordemos que el solo es la cabeza visible, detrás hay alguien que pone la pasta, ha tenido que buscarlo. Esta tarea parece que la ha concluido con éxito y ya tiene quien le avale ese millón y medio que supuéstamente se le debe a hacienda, y que era la razón fundamental por la que quería comprar la plaza, mas barata, de La Hoya.

Pero claro, el FCC tiene otro pretendiente, y es ese grupo que lideran los hermanos Cordero. Los Cordero tienen muchos puntos a favor, tienen que son cartageneros, Belmonte es murciano, tienen un bagaje que les hacen, en principio, caballo ganador. Ese bagaje se lo da Quique Pina, uno de los hombres mas exitosos dentro del panorama futbolístico español, en cuanto hablamos de inversión-retorno. Pero sobre todo tienen, a esa parte de la afición, que no perdonan a Belmonte el haber querido finiquitar a su querido FCC.

Poniendo a los 2 en una balanza, no me atrevería a decir con quien se quedaría la afición cartagenera. Lo que si está claro es que Belmonte se merece la oportunidad de equivocarse. Se la ha ganado a pulso manteniendo al equipo con vida este año, porque recordemos que cuando Sporto abandonó al club a su suerte e iba camino de la desaparición, NADIE salvo Belmonte y su gente acudió al rescate del FCC. Solo por esto, ya merece esa oportunidad. Los Cordero han tenido un par de ocasiones para hacerse con el club, pero por unas razones u otras nunca han culminado. Yo me inclinaría mas a pensar que es porque realmente no han querido culminar, porque para culminar solo hace falta una cosa, y es DINERO.

Ahora los unos y los otros se han dedicado a sacar los trapos sucios del rival. Empleados del club saltan a los medios de comunicación con denuncias no denunciadas, algunos medios de comunicación dan la sensación de hacer el trabajo sucio de una de las partes, filtrando cosas que parecen solo buscar desprestigiar o dañar la imagen de una de las partes con la bandera de la libertad de expresión y de información, sin evaluar sin con ello se consigue mejorar o empeorar la situación del FCC, y los políticos como siempre, en medio de todo y buscando sacar rédito electoral.

Confió que al final el FCC salga adelante, y que si no sale, no sea porque nosotros mismos nos hemos pegado un tiro en el pie.
Desde mi modesta opinión, Belmonte merece una oportunidad, pero no tiene un cheque en blanco, ya sabe como las gastamos los cartageneros, y no consentimos que nos tomen el pelo. Si decide continuar en el FCC va a ser fiscalizado por la afición, y debe hacer mas caso a los que le critiquen, que a los que le den palmadas en la espalda.